Miguel Ezkurdia

D. Miguel Ezkurdia, con su trabajo, nos legó un increíble legado sobre la localización y el estado de muchos dólmenes y cromlech en Navarra. Miguel dedicó muchos años a mejorar los inventarios existentes hasta ese momento y a recorrer, junto con su esposa, la geografía navarra para colocar los hitos en los diversos monumentos prehistóricos. Ese legado en papel se halla hoy en fondos documentales de la Sociedad Gorosti.

El primer campo de trabajo de jóvenes, se desarrolló en Mintxate en el año 1985 (donde se señalizaron los dólmenes de Mintxate I y II, Asolaze, Arrako y Sakulo), y la colocación del hito del dolmen de Soroluze en el año 1987. Desde estas líneas queremos mostrar nuestro reconocimiento y agradecimiento a Miguel por tu trabajo y tesón. Miguel Ezkurdia creo un equipo de voluntarios que durante muchos años marcó con hitos informativos una buena parte de los monumentos megalíticos descubiertos o conocidos. Así mismo, publicó varios artículos en la revista Cuadernos de Ciencias Naturales de Gorosti y de uno de ellos extraemos el siguiente texto: «Hace 5.000 años, en los valles pirenaicos navarros habitaban unas gentes, nuestros predecesores, que sobrevivían en medio de una naturaleza salvaje y hostil. Aquellos pobladores nos dejaron, entre otros testimonios de su existencia y cultura, los monumentos megalíticos (dólmenes, crómlech y menhires)

El megalitismo (megalito = piedra grande) es un fenómeno prehistórico propio de Europa occidental, relacionado generalmente con ritos funerarios, aunque algunas de sus manifestaciones presentan aún muchos puntos oscuros. Se tiene constancia de los dólmenes y los crómlech se utilizaron como sepulturas colectivas; sin embargo, hay muchos aspectos envueltos en el misterio: ¿En qué creencias estaban basados? ¿A quién o qué adoraban aquellas gentes? ¿Qué otro significado tenían? ¿Qué ritos se celebraban en ellos? ¿Qué finalidad tenían los menhires?...

Según algunos autores, los megalitos, situados en lugares muy visibles, servían como límites territoriales frente a otros grupos humanos.

La disposición de muchos de ellos da pie a teorías sobre una clara orientación astronómica (la mayoría de los dólmenes están orientados hacia el este, lugar por donde sale el sol). Otros hablan de representaciones estelares.

Posiblemente nunca se despejarán las incógnitas, lo cual mantendrá a estas grandes piedras y lo que representan en el misterio, simbolizado por las espesas nieblas que las envuelven desde hace miles de años.» Esperamos que con este trabajo podamos seguir aportando al conocimiento del megalitismo en Navarra, promover con ello la continuidad de su estudio y contribuir a responder a las preguntas que se hacía Miguel Ezkurdia.